Ismael de Jesús Flores Godínez
Actitud profesional. Esto es, ser recto, imparcial y no ser muy rígido.
Ser ejemplo. Aceptar que la experiencia vale más que el entrenamiento. Así la audiencia lo hará como el expositor lo haga, no como lo dice. Los participantes reconocerán que el expositor no es solamente una fuente de información, sino un ejemplo de actitudes y la causa de la acción.
Aceptar errores. El expositor debe aceptar las fallas, ser sincero acerca de ellas y capitalizarlas.
Ser comprensivo. Entender que la comprensión es mayor que el conocimiento. Tratar de entender y ayudar. Tener conocimiento de otros temas y no juzgar sino tratar de producir en el auditorio una condición igual.
Dar libertad. No tratar de deslumbrar al auditorio con nuestra personalidad, sino dejarlos actuar para que se sientan involucrados y estén con nosotros.
Ser afectuoso. Expresar afecto es una buena actitud.
Ser ameno. Ser un buen motivador para mantenerlos despiertos e interesados.
Observar y analizar al auditorio. Esto es para saber el efecto que causan las palabras del expositor.
Ser oportuno. Decir las cosas en el momento adecuado.
Ser atrevido. El expositor no debe tener miedo de exponer sus nuevas ideas. Debe mirar hacia delante, ser pionero, deseoso de hacer lo que ya está hecho y conocer lo desconocido.
Ser ejemplo. Aceptar que la experiencia vale más que el entrenamiento. Así la audiencia lo hará como el expositor lo haga, no como lo dice. Los participantes reconocerán que el expositor no es solamente una fuente de información, sino un ejemplo de actitudes y la causa de la acción.
Aceptar errores. El expositor debe aceptar las fallas, ser sincero acerca de ellas y capitalizarlas.
Ser comprensivo. Entender que la comprensión es mayor que el conocimiento. Tratar de entender y ayudar. Tener conocimiento de otros temas y no juzgar sino tratar de producir en el auditorio una condición igual.
Dar libertad. No tratar de deslumbrar al auditorio con nuestra personalidad, sino dejarlos actuar para que se sientan involucrados y estén con nosotros.
Ser afectuoso. Expresar afecto es una buena actitud.
Ser ameno. Ser un buen motivador para mantenerlos despiertos e interesados.
Observar y analizar al auditorio. Esto es para saber el efecto que causan las palabras del expositor.
Ser oportuno. Decir las cosas en el momento adecuado.
Ser atrevido. El expositor no debe tener miedo de exponer sus nuevas ideas. Debe mirar hacia delante, ser pionero, deseoso de hacer lo que ya está hecho y conocer lo desconocido.
Buen expositor |